“UNA REFLEXION EN EL EJERCICIO DE LA JUDICATURA”:
Por Ricardo Torres Arieta
“Nuestro deber Ético procede
del más alto valor de Justicia con total respeto a la Constitución y la Ley y
nuestro destinatario el individuo.”
Mi peripecia
profesional en la Judicatura, inicio con el anhelo de ser Juez cuando cursaba
mi último año de Derecho en la Universidad de El Salvador; tanto así que en ese
año presente una carta al Consejo Nacional de la Judicatura, estamos echando
vista atrás al año 1990 en nuestro país. Por eso desde ese hecho ya en el
ejercicio han transcurrido más de 15 años de mi vocación de Juez y considero
que ha sido un balance positivo. He ejercido como juez en prácticamente no todas
las instancias pero si en Judicatura de Paz y de Instancia en Tribunal de
Sentencia común y por consideraciones de designación en jurisdicción
especializada; y siempre con la firme convicción de estar haciendo algo que
vale la pena y que me gusta en términos de satisfacción profesional como
Funcionario Público. Por más que las decisiones adoptadas en mi función, muchas
veces existen reflexiones de dejarte insatisfecho: esto sucede porque la jurisdicción
al aplicarla existe tal consideración en una sociedad desigual, en la que el
derecho y su aplicación también participan de tal condición.
De otro
lado, he tenido la suerte de ejercer la profesión en años en los que esta ha
sido el escenario de situaciones y movimientos interesantísimos; periodo de la
post-guerra, el proceso democrático y restructuración del Estado; conocer de
las reformas a la Constitución de 1983, a la cual el maestro Doctor Mario
Antonio Solano, le llamara Constitución de la Paz; ya esas reformas referidas
al Sistema Judicial se mencionaban en las aulas universitarias y muchas veces
escuchábamos al maestro Doctor Gustave Torres hacer una reflexión sobre las
reformas; luego transite en ese pensamiento de la Democratización de la Justicia
pero no fue así por diversos factores o condiciones culturales; hasta nuestros
tiempos actuales donde podemos mencionar la diversidad de pensamientos y
corrientes del Derecho, que se ha comprendido como el Juez puede contribuir de
manera reflexiva a la consolidación de la democracia, el respeto del sistema de
libertades y determinar los controles al ejercicio del poder; transparentar la
función pública y potenciar el acceso del ciudadano a la Justicia y como una
Garantía de todo sistema judicial el defender la Independencia Judicial hasta
nuestros días. Desde el ingreso a la Función Jurisdiccional desde entonces no he
dejado de considerar estos dos planos o ejes transversales el de la aplicación
de la legalidad y el de la reflexión y la acción tendencialmente transformadora
de ella y desde la Constitución ser un Juez de la Constitución. Una parte
importante de estos años (concretamente, desde 2003) en el segundo de esos
planos desarrolle mi expectativa del Derecho de Asociación, me desarrolle como
Presidente de una de las Asociaciones de Jueces a nivel nacional (AJUPES) y en
la actualidad soy Miembro de AMJUES, eso nos motiva a considerar los proyectos
importantes del Demos Judicial y que tiene que ver con la Independencia
Judicial y la Dignificación del Juez o Magistrado en el ejercicio de su Función
Publica.
En un primer
momento cuando recibo el llamado para juramentarme como Juez; creo haber sido
considerado por exclusión, porque en ese momento ejercía un cargo en la Procuraduría
General de la Republica; en el periodo del Procurador General de la Republica
Doctor Miguel Ángel Cardoza Ayala; como Procurador Auxiliar Sub-Jefe de la
ciudad de San Miguel; periodo en el cual formaba parte del equipo de trabajo en
la coordinación de los planes estratégicos de reforma a la estructura orgánica
de la Procuraduría General de la Republica. Es así que desarrollo por primera
vez, desde que tuve el anhelo de ser Juez, la labor de Juez en el año de 1997
en una población de Ereguayquin; Departamento de Usulután, y posteriormente en
el año 2012 se me nombro como Juez de Sentencia en la ciudad de San Miguel, una
de las ciudades más importantes de nuestro País en la actualidad. En este punto
considero que con la visión clara de las transformaciones sociales y económicas
del País; es muy importante contar con la evidencia de que podemos contribuir
con el desarrollo del sistema de libertades y la consolidación de un verdadero
estado de Derecho, o como lo diría el Profesor Perfecto Andrés Ibáñez existiría
otra manera de ser juez en la defensa de la Constitución.
En esta
dimensión del ejercicio de la judicatura; también siempre experimenté cierta
atracción por la dimensión académica; ser docente de Derecho Constitucional era
mi mayor satisfacción profesional y no ha cambiado hasta nuestros tiempos;
siempre me intereso la naturaleza jurídica de las instituciones; la diversidad
de teorías del Derecho Constitucional con la diversidad de pensamiento
jurídico; y como los alumnos te hacen transcender en la Filosofía del derecho
Constitucional, como puedo recordar a aquellos dedicados alumnos Mario
Hernández, Raquel Umanzor y Claudia Arriola que investigaron sobre Limites al
Derecho al Honor de los funcionarios: paradigmas actuales del Derecho
Constitucional; y que nos hacen ver que el proceso académico tiene un proyecto
finalista; por ello algunos de los que puedo mencionar tienen trascendentes
investigaciones referidos a Derechos muy actuales sobre el Derecho al Agua,
sobre reformas constitucionales la pena de muerte, el tema sobre el Derecho a
la salud; el Hacinamiento carcelario y otros como la declaratoria de
Terroristas a las maras o pandillas; todos ellos de alguna manera desarrollaron
una orientación crítica y reflexiva de los actuales temas del Derecho
Constitucional, y también me siento afortunado, ya que en verdad he tratado de
permanecer en esa línea de pensamientos, en relación a autores como Luigi
Ferrajoli, Robert Alexy- y por otro lado
como otro grupo de filósofos del derecho, de diversas cátedras, a su vez
interesados por la experiencia jurisdiccional: Manuel Atienza, Rodolfo Vigo,
Perfecto Andrés Ibáñez, Alberto Binder y otros por citar a los más reconocidos.
Mi primer
artículo en el Que hacer Judicial, es una reflexión a la Independencia
Judicial; Titulado a “La Justicia y la Importancia de la Independencia
Judicial”, y luego tuve a consideración escribir dos artículos más sobre
los temas de “Desafíos y Oportunidades
de los Jueces y Juezas en la Defensa de la Independencia Judicial” y “En la
consolidación de la Democracia: Reforma Constitucional” este último no fue
publicado los dos primeros si están publicados. Creo que con
las referidas reflexiones sobre un tema transcendental, motivan mi intervención
desde la función crítica del juez en el espacio público: esto lo he comprobado
desde la diversidad de opiniones de mis compañeros de la carrera judicial; el
primer artículo lo escribí en memoria del Juez Julio Rivera quien en accidente
de tránsito perdió la vida en el año 2004 y en una etapa en la cual los Jueces
debían transitar en el abordaje temático sobre el tema; a la exigencias actuales
como una forma de su actuar en el desempeño de su cargo; podría decir que lo hemos
comprobado en nuestra práctica diaria. En efecto, pues durante los más de diez
años de judicatura de Paz he tratado de exponer sobre este tema en particular,
y así lo desarrollamos en los dos periodos como Miembro de la Mesa Judicial; tratando,
siempre críticamente, temas en general muy delicados, y tomando conciencia
sobre la dignificación del juez, una reforma a la carrera judicial referido al
escalafón judicial y las categorías del Juez, la elaboración de un Código de
Ética Judicial, pero con una orientación por una línea de principios y valores
sólidos y con sólido anclaje constitucional. En este apartado de la función
académica, y representante del demos judicial, pienso que el juez, en cuanto
ciudadano, no deja de serlo, incluso debe contribuir a la reflexión pública, en
particular, en materia de política de la justicia y del derecho; sin excluir,
de llegar a la crítica argumentada de resoluciones judiciales, considerando mi
actuar con serenidad y equilibrio, con conciencia de los límites y siempre
tratando de cargarse de razón.
Para
terminar y así lo expreso en este documento, en la formación intelectiva o de
conocimientos del juez influyen también otros factores, en particular los referidos
a criterios culturales, como lo puede propiciar un medio democrático quienes
tienen acceso a actualizarse es un porcentaje mínimo; debemos considerar más
espacios de capacitación; en el caso personal me propuse en el año 2005 iniciar
el Doctorado en Derecho Privado; no me fue posible porque el sistema de becas
en la Universidad de El Salvador no es muy efectivo; caso por el cual algunos de
mis compañeros Jueces que realizaron la Maestría Judicial se encontraron con
este obstáculo de burocracia; no obstante que participamos de su elaboración
con la asesoría de AECID y del Consejo Nacional de la Judicatura; por ello tuve
la experiencia que no me fue posible iniciar esa formación académica; hoy en la
actualidad he culminado mi Magister en Derecho de los Negocios por la
Universidad Autónoma de Barcelona; y me encuentro en la elaboración de mi tesis
Doctoral por la Universidad José Matías Delgado, donde obtendré el Doctorado en
Derecho Privado y posteriormente me incorporo en el Doctorado en Derecho por la
Universidad Autónoma de Barcelona, España.
La garantía
de la independencia judicial hoy exige del Consejo Nacional de la Judicatura de
una perspectiva académica y políticas públicas para garantizar el ejercicio de
esa función del Juez con esa línea de la Independencia Judicial, aplicando la
perspectiva constitucional y de los precedentes de la Corte Interamericana de
Derecho Humanos. Si observamos ya han
transcurrido muchos años, que no se aborda el tema de la Independencia Judicial,
en un contexto de diversidad de problemas políticos presididas por la partidocracia,
que es una gravísima degradación de la política, ética y constitucionalmente relevante.
En dicho contexto, considero importante que la independencia judicial, ese
valor particularmente incómodo, si bien no es muy cotizado por los Políticos o
poderes de facto en absoluto. Pues bien, un Gobierno Judicial, con ética y
constitucionalmente en su sitio, debe desarrollar la tarea de preservar el
espacio de la jurisdicción de la incidencia de esa forma de injerencia como es
la Partidocracia y en su anulación por los mecanismos democráticos y en un
verdadero estado constitucional de derecho.
Artículo elaborado
por Ricardo Torres Arieta; Docente Universitario acreditado en la Facultad
Multidisciplinaria Oriental, Universidad de El Salvador; impartiendo las
cátedras de Derecho Procesal, Derecho Constitucional y Derecho Administrativo,
Estudiante-Juez del CEDDET ESPAÑA, Miembro de la REI(Red de Expertos
Iberoamericanos CEDDET) y Ex-Miembro de la Mesa Judicial. Actualmente en
estudios de Doctorado en Derecho Privado por la UJMD y UAB. Master en Derecho
de los Negocios por la UAB.